DIOS
Los mares en tormenta o en bonanza
nos revelan, Señor, tu omnipotencia;
y los astros nos dicen tu alta ciencia,
y las aves nos cantan tu alabanza.
La tempestad, Señor, es tu venganza;
tu mirada amorosa, la clemencia;
tu santuario, del justo la conciencia,
y tu dulce sonrisa la esperanza.
No puede el hombre concebir tu alteza,
y el azul pabellón del firmamento
un reflejo sólo es de tu grandeza.
En todo está tu poderoso aliento,
y es un canto a tu amor naturaleza,
y un canto a tu saber el pensamiento.
1877
Los mares en tormenta o en bonanza
nos revelan, Señor, tu omnipotencia;
y los astros nos dicen tu alta ciencia,
y las aves nos cantan tu alabanza.
La tempestad, Señor, es tu venganza;
tu mirada amorosa, la clemencia;
tu santuario, del justo la conciencia,
y tu dulce sonrisa la esperanza.
No puede el hombre concebir tu alteza,
y el azul pabellón del firmamento
un reflejo sólo es de tu grandeza.
En todo está tu poderoso aliento,
y es un canto a tu amor naturaleza,
y un canto a tu saber el pensamiento.
1877
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